Monday, December 14, 2009

OSCAR HAHN(POESÍA CHILENA)




TELEVIDENTE

Aquí estoy otra vez de vuelta
en mi cuarto de Iowa City

tomo a sorbos mi plato de sopa Campbell
frente al televisor apagado

la pantalla refleja la imagen
de la cuchara entrando en mi boca.

Y soy el aviso comercial de mí mismo
que anuncia nada a nadie.



A MI BELLA ENEMIGA

No seas vanidosa amor mío
porque para serte franco
tu belleza no es del otro mundo
Pero tampocoo es de éste.



LA MUERTE ESTÁ SENTADA A LOS PIES DE MI CAMA

Mi cama está deshecha: sábanas en el suelo
y frazadas dispuestas a levantar el vuelo.
La muerte dice ahora que me va a hacer la cama.
Le suplico que no, que la deje deshecha.
Ella insiste y replica que esta noche es la fecha.
Se acomoda y agrega que esta noche me ama.
Le contesto que cómo voy a ponerle cuernos
a la vida. Contesta que me vaya al infierno.
La muerte está sentada a los pies de mi cama.
Esta muerte empeñosa se calentó conmigo
y quisiera dejarme más chupado que un higo.
Yo trato de espantarla con una enorme rama.
Ahora dice que quiere acostarse a mi lado
sólo para dormir, que no tenga cuidado.
Por respeto me callo que sé su mala fama.
La muerte está sentada a los pies de mi cama.

Monday, December 07, 2009

SANDRA TORO


VAYAN SABIENDO

No quiero sacar una hoja dejar renglón
bajarme la pollera peinarme un poco
terminar todo el plato sacar la mano de ahí.

No quiero abrir la boca
decir “Ahhhhhhhhhhh” toser seguir el dedo
respirar hondo-contener el aire-respirar normal.

No quiero dar excusas buenos días
pésames lástima rienda suelta
la mano en la reunión.

No quiero precalentar el horno
batir a punto letra enmantecar el molde
agitar antes de servir.

No quiero apilar siempre con este lado hacia arriba
tirar de la palanca en caso de incendio
conservar mi derecha mirar atrás al bajar.

No quiero cortar por la línea de puntos
mantener la distancia firmar al pie
tachar lo que no corresponda

Marcar con una cruz
presionar 1
cerrar paréntesis



NANA


callesé
callesé
muerdasé la lengua
hagalé un nudito
como al pañuelito
(ay poncio pilato
si no me das suerte)
No haga más barullo
no pregunte más
callesé
callesé
se está haciendo tarde
hora de ir durmiendo
apriete los ojos
los puños
los dientes
callesé
callesé
no suspire tanto
no llore con ruido
no clave las uñas
callesé
callesé
si parece calma
y es nomás silencio
callesé
callesé
un broche en la boca
y a dormir.


LA CUERDA

Alrededor del cuello/
estola no
ni bufanda
no serpiente
ni strass.

Alrededor de/
la cuerda
la que no ahorca
pero cómo
ay

Alrededor /
por donde me adelgazo
me parto en dos
botella
quebrada por
un filo un hilo un pelo
que tira más
que una yunta.

Monday, November 16, 2009

CRISTIAN ALIAGA



EL SONIDO DE LA ETERNIDAD

Al mendigo le obsesiona el sonido del mar.
No hay barco que navegue sobre él
y decida llevarlo,
pero es mejor así:
los barcos son símbolos de eternidad
sólo vistos desde la playa.
Esta playa, además,
es fría y helada,
y entre las piedras cubiertas de mugre
el mendigo escribe poemas
sobre la eternidad.

ANTIGUO AMOR

Nadie que encierre la pasión
Entre los huesos
Caerá por una bala perdida.
Deberán matarnos
Con perdigones o
-más modernos-
con una munición explosiva,
dirigida al corazón
del corazón,
a la pasión que en la vida
nos sostiene.


VUELAN LAS PALABRAS

En esta calle existe un páramo oscuro
Donde no existes.
Sin embargo llegan cartas a tu nombre,
Te cobran deudas que pagas en silencio
Para no contradecir al destino.
No sucede todos los días,
Pero hay veces en que todo vuela
bajo tus manos;
ni las palabras más simples
pueden atraparse.


LOS DESEOS IRREPRIMIBLES

Cuando la mano ya inició
el movimiento
uno tiene la conciencia fugaz
del mal que está por cometer.
La ropa caerá,
el vino será derramado,
el corazón sangrará para siempre.
Pero uno no puede detener el movimiento.


UNA APUESTA SOLA

Todo mi dinero
en una apuesta.
Con el tiempo, tu ropa será llevada
por la espuma.
Con el tiempo, el frío del mar alcanzará para abrigarte.
La llave que cuelga de tu cintura,
¡es para entrar?

Cristian Aliaga es oriundo de Tres Cuervos (provincia de Buenos Aires, Argentina) aunque su nacimiento fue registrado en Darregueira (1962). Reside en la Patagonia. Poeta y ensayista; publicó una decena de libros, desde “Lejía” (1988) hasta “La sombra de todo” (2007, primer premio del Fondo Nacional de las Artes). Integró el consejo de redacción de la revista “Último Reino”, y fundó la Editorial Universitaria de la Patagonia.Editó la obra poética de Juan Carlos Bustriazo Ortiz y varias antologías de narradores de la Patagonia. En 2009 editó la obra de 37 nuevos poetas en “Desorbitados” (FNA).
Coordinó talleres de análisis y creación poética, con el patrocinio de la Fundación Antorchas, junto a Diana Bellessi, Arturo Carrera, Concha García, Alicia Genovese, Reynaldo Jiménez y Victor Redondo. Ha realizado lecturas y dictado conferencias en Chile, Ecuador, España, Gran Bretaña y México. Una selección de su obra, traducida al inglés por Ben Bollig, ha sido publicada en Gran Bretaña y EE.UU.
Grabó en disco compacto su obra “Un ring para dios” junto a Andrés Cursaro (productor ejecutivo), Osvaldo Bayer, Arturo Carrera, Avelino Naves, Palo Pandolfo e Ingrid Pelicori.
Es periodista y docente universitario. Dirige Espacio Hudson, Centro de artes & Editorial, en Lago Puelo (Chubut) y el periódico El Extremo Sur, y es columnista de Radio del Mar (Comodoro Rivadavia, Chubut).

Friday, October 30, 2009

RECORDANDO A RAMIRO MUSOTTO




POR DAMIAN LOSADA

(Comparto esta anécdota porque a Ramiro le gustó cuando se la recordé. Me hizo contarla al aire en medio de una nota que le hacía Carlitos Velaustegui en la radio.)

De las tres puertas del frente del Teatro Municipal, estábamos sentados en la que está más al norte, después de las 8 de la noche, los dos solos.

En las Malvinas había guerra, y en las ciudades del sur el oscurecimiento era absoluto. Noche cerradísima, nadie en la calle, inquietud en las casas por las noticias y los rumores. ¿Volaban los ingleses por arriba de casa, en la alta noche?

Estirábamos la tarde como ya lo habíamos hecho, no del todo ajenos al conflicto bélico pero tampoco muy compenetrados, y sabíamos que al volver a casa nos esperaban reproches maternos en vuelo rasante. Ramiro acababa de pedirle fuego a alguien que pasaba, de quien solo vimos la brasa del cigarrillo.

De pronto, retomando un tema recurrente de conversación, dijo: ‘Yo VOY a tocar el berimbau como Naná Vasconcelos. Sé que si me rompo el culo lo puedo hacer.’ No dijo ‘quisiera’ ni ‘me gustaría’, dijo ‘voy’. Lo afirmó.

A ver:
a) aquellos eran tiempos oscuros;
b) los 18 no son para tener las cosas muy claras; y
c) aquella noche en particular no se veía absolutamente nada.
Sin embargo, Ramiro hablaba de su futuro como si lo tuviera de pie delante de él.

La anécdota llega hasta ahí. Es esa determinación tan exagerada y tan impresionante lo que quería recortar.

Ramiro nunca pensó que no podía. Donde otros veíamos un camino repleto de obstáculos, el solo veía el camino. No se acomodaba en el corralito del miedo; esgrimía la libertad de quien simplemente ha tomado una decisión. Allí iba el Tola hacia su objetivo, punta de flecha esa nariz.

Ramiro partió rumbo a Brasil e hizo la carrera que hoy están redescubriendo en tantos medios. Hay que contar que tocó – finalmente- junto a Naná Vasconcelos (hay video en Youtube). Y que cuando se habla de los que revalorizaron y modernizaron el berimbau, después del pernambucano se menciona siempre al bahiense.

A veces me siento en la escalinata del teatro y me da un escalofrío.

DAMIAN LOSADA (Periodista y amigo personal de Ramiro)

Tuesday, October 20, 2009

DENISE LEVERTOV


Denise Levertov (Inglaterra, 1923-1997)
(Traducción:Sandra Toro)

VER POR UN MOMENTO

Pensé que me estaban creciendo alas—
era un capullo.

Pensé : ahora es el momento de saltar
al fuego—
eran aguas profundas.

Escatología es una palabra que aprendí
de chica: el estudio de las Cosas Últimas;

enfrentar el espejo— joven nunca más
las noticias — siempre de muerte,
los perros — despertándose y clamando,
y aullando, aullando,

No obstante
por un momento veo
que no es eso: son
las Cosas Primeras.

Palabra tras palabra
flotan a través del vidrio.
Hacia mí.

Saturday, October 10, 2009

Miguel Angel Bustos


Secuestrado y desaparecido el 31 de Mayo de 1976, fué sin duda una de las voces màs significativas de la època.

Luna de Herodes

Si en la noche inmóviles policías sujetan perros de
boca en piedra, yo tiemblo. Quiero alejarme no puedo, como
en sueños
Entonces alzo la mano a mi pecho traspasado. No
sea que a lo lejos entre las selvas de hueso y aliento salga el
aullido de aquel que devora mis entrañas. Y aullando
prolongue en los perros guardianes un odio en silencio y
dientes, que por milenios me persigue.

70
Quiero saber tu nombre. Cómo te llamas, nombre que vagas por el Paraíso en el atroz silencio. Tú, que llevas una costilla más que todos. Sentado entre árboles parlantes diriges tu ojo soitario del otro. Duermes. Sin posible Redentora.
(Visión de los Hijos del Mal,1967)

POEMA 1
Himalaya boca callada, piedra mentira. Ah, moral de los pájaros: sí, ilumina ilumina.
Que recuerde, el primer juego-juguete que vino a mí y ya no se irá de mí por nunca fue un cristal; pero qué cristal; algo líquido y duro que no caía por milagro del arco bronce que lo ataba.
Bajo el agua es más que el agua porque está detenido y es móvil. Si toco una llama con mi cristal, soy invierno: el fuego gira y no es su resplandor ya más. Por hábito y piedad cada tanto lo arrojo en las brasas para que devore y llene el Fulgor su siesta de infierno.
(El Himalaya o la Moral de los Pájaros,1970)

Despedida
Santifica el lunes niño en tu mirada
haz el milagro de reír en la tierra.

Amor que sube aguarda tu voz.

Santifica al malo,
golpéalo en tu corazón que brota.

Santifica el aire no esperes el día,
de mano en mano vienes tan niño y pequeño.

No quiera el alma temblar sin tu pureza.

(de "Poesía inédita",11 de junio, 1960)

Maria del Carmen Colombo:BLUES DEL AMASIJO




De Blues del amasijo y otros poemas (1992, reedit. 1998)


Cumbia

es mostrar pero no
lenguaje de puntillas como aquel abanico multicolor
de mar             su balanceo en ondas

hondo rulo
de las enaguas que a rozarse vienen
estambres de una flor             teclado en las polleras

ese goloso giro de cortinas           caracol a lunares
rosca       enrosca   los plisados peldaños  de una
escalera en otra circular que nunca que no acaba

gajos en marejada en degradé         carnal corola
de las sombrillas cae             un desnudar
de a poco
el nudo        el insinúo que desabre
escotes como nombres al aire
dejan ver y no

pliegues donde taparse todo
menos la punta
la puntita


Canción

A Paul Celan

agónico pelo de ceniza
brillante del anzuelo
pende un pez
                  tu lenguaje
a la sombra del sena
de otras aguas suspende
toda respiración hace un silencio

fino el hilo del cuerpo
un pez un pelo
cuelga sus escamas tu lenguaje
en el anzuelo del aire
ese silencio     toda respiración


Solo de bombo
cobijador se fue
tapábanos la espalda de cartón
el agudo carnal nos suavizaba
muerte/
trajo la suya cuando vino
a quitárnoslo a él
padre buenito
campo donde pastar el griterío
ahora que retuerce sus gajos
al correr del cajón
nos quiebra el mundo
el agujero ése
bombo a tocar
el más redondo uno
que duele dale
de golpes
solo

Friday, October 09, 2009

Poemas de Denise Levertov (Inglaterra, 1923-1997)


Denise Levertov (Inglaterra, 1923-1997)
Traducción:Sandra Toro



PENSANDO EN PAUL CELAN

San Celan,
estirado en la cruz
de la supervivencia,

ruega por nosotros. Tú
al menos no pudiste
aguantar más. Pero nosotros

vivimos y vivimos,
despreocupados en un mundo
donde los niños matan niños.

Nos sacudimos
el peso de
nuestro propio indulto,

prosperamos,
excedemos
nuestros días asignados.

San Celan,
ruega por nosotros
para que recibamos

al menos una herida,
azul, azul, inmarcesible,
nosotros que aceptamos la supervivencia.

Mirar,caminar,ser

" El mundo no es algo para mirar,
es algo para estar en él."
Mark Rudman

Yo miro y miro.
Mirar es un modo de ser: uno se vuelve,
a veces, un par de ojos caminando.
Caminando dondequiera que el mirar te lleve.

Los ojos
cavan túneles en el mundo.
Tocan
fanfarria, aullido, madrigal, clamor.
El mundo y su pasado,
no sólo
el presente visible, lo sólido y la sombra
que mira al que mira.

¿Y el lenguaje?¿ Los ritmos
del eco y la interrupción?
Ése es
un modo de respirar.

respirar para sustentarse
mirando,
caminando y mirando,
por el mundo,
en él.


Deseando la luna

La luna no. Una flor
al otro lado del agua.

El agua pasa rauda en la crecida,
arrastrando por la melena a un árbol,

un establo, un puente. La flor
canta en la orilla lejana.

Una flor no, un pájaro gritando
oculto entre los árboles más negros, música

sobre el agua, que hace un silencio
de los pliegues marrones del manto del río.

La luna. No, un joven caminando
bajo los árboles. Hay faroles

entre las hojas.
Tierno, sabio, alegre,

su rostro está despierto bajo su propia luz,
lo veo a través del agua como en primer plano.

Un bufón. La música de sus cascabeles suena
solemne, un canto de aflicción

con el que bailo en mi orilla.

La queja de Adán

Hay quienes,
no importa qué les des,
también quieren la luna.

El pan,
la sal,
carne blanca y roja,
y todavía tienen hambre.

La cama matrimonial
y la cuna,
siguen con los brazos vacíos.

Les das la tierra,
su propia tierra bajo los pies,
y se lanzan al camino.

Y el agua: cava el pozo más hondo,
que no será suficiente
para beber en él la luna.

Sunday, September 20, 2009

Thursday, September 10, 2009

LOS ESCRITORES Y LOS GATOS

OSVALDO SORIANO


ELENA PONIATOWSKA

JUAN L. ORTIZ

ALBERTO MORAVIA

JACK KEROUAC

ERNEST HEMINGWAY

CHARLES BUKOWSKI

JORGE LUIS BORGES

JULIO CORTAZAR

Friday, September 04, 2009

Poemas de Sandra Toro



Sandra vive en Morón(con su gato Angelo,el que sale en la foto)Además de escribir tiene la hermosa costumbre de asomarse a esta ventana e iluminar un poema,propio o ajeno,para calmar la sed del trotamundo,en una conversación con ella pueden entrecruzarse los Beat,los gitanos,Olga Orozco,Tuñon,Janis Joplin y el polaco Goyeneche...SALUD AMIGA!!

I

No es sangre lo que riega mi músculo estos días
en que nada reclama la carne más que la tierra.
No sé gritar. El labio seco se tuerce como diciendo

Si entra por esa puerta
seguro no es agua lo que me dará de beber.
Su hueso emana un vapor tóxico. Un humo azul
quita el aliento.

Tan débil como ese caracol
sólo que mi fragilidad
no se ampara en belleza alguna.

Al menos si la luna saliera sería mi amiga
su blancura me lamería el rostro
su negra toga cedería los pezones ocultos
para que mamase su cachorra.

Afuera nadie reconoce mi nombre.
Lo prometo
cada vez haré menos ruido.

Soy un tubérculo.
Aquí y allá mi piel cruje y se rompe. Florece
en delicados filamentos. Anzuelos diminutos
me adhieren a este rincón de sombra.

Esto es a lo que llaman echar raíces.

...

Como si los zapatos siempre caminaran hasta la misma calle como un papel abollado que el viento insiste en meter en el garage como senderos que confluyen en la fuente de una plaza como bolitas de mercurio girando en un frasco como un colchón que se gastó como las leyes incuestionables de la física como la lluvia qu ...e se descuelga de las tejas y gota a gota por años cava su tumba en el jardín
...
BUZIOS

El pai arroja los buzios
sobre un mantelito de tafeta.

¿ El azar conduce la mano
determinando la trayectoria
de cada caracol?

¿O la Entidad
sobornada con un puñado de pochoclos
dispone de ellos
como el Capitán Howdy de la ouija?

¿O es el empeño subliminal
del consultante
el que conduce la mano el pay el caracol
en la inocencia de esperar que tengan
algún sentido oculto para comunicarle?

...


De los labios dudosos y por
demás pintados de mi abuela
supe de los primeros en llegar:
gitana de las cuevas ella.
El, contrabandista.
Rapto por medio
y un barquito a Brasil.

Después no sé por qué Morón,
el almacén. Jabón para lavar
el karma de esta familia venida
a convertir en polvo todo lo que flota.


Wednesday, August 26, 2009

ÚLTIMOS POEMAS DE OLGA OROZCO


(gentileza de Maria del Carmen Colombo)


Últimos poemas*: Un relámpago apenas

Frente al espejo, yo, la inevitable:
nada que agradecer en los últimos años,
nada, ni siquiera la paz con las señales de los
renunciamientos,
con su color inmóvil.
Esta piel no registra tampoco el esplendor del paso
de los ángeles,
sino sólo aridez, o apenas la escritura desolada del
tiempo.
Esta boca no canta.
Ancha boca sellada por el último beso, por el
último adiós,
es una larga estría en un mármol de invierno.
Pero ninguna marca delata los abismos
—ah intolerables vértigos, pesadillas como un túnel
sin fin—
bajo el sedoso engaño de la frente que apenas si
dibuja unas alas en vuelo.
¿Y qué pretenden ver estos ojos que indagan la
distancia
hasta donde comienza la región de las brumas,
ciudades congeladas, catedrales de sal y el oro viejo
del sol decapitado?
Estos ojos que vienen de muy lejos saben ver más allá,
hasta donde se quiebran las últimas astillas del reflejo.
Entonces apareces, envuelto por el vaho de la más
lejanísima frontera,
y te buscas en mí que casi ya no estoy, o apenas si
soy yo,
entera todavía,
y los dos resurgimos como desde un Jordán
guardado en la memoria.
Los mismos otra vez, otra vez en cualquier lugar del
mundo,
a pesar de la noche acumulada en todos los
rincones, los sollozos y el viento.
Pero no; ya no estamos. Fue un temblor, un
relámpago, un suspiro,
el tiempo del milagro y la caída.
Se destempló el azogue, se agitaron las aguas y te
arrastró el oleaje
más allá de la última frontera, hasta detrás del
vidrio.
Imposible pasar.
Aquí, frente al espejo, yo, la inevitable:
una imagen en sombras y toda la soledad
multiplicada.

*Véase el libro: Últimos poemas, Ed. Brughera, febrero 2009.

Sunday, August 23, 2009

JUAN CARLOS BUSTRIAZO ORTIZ


(FUENTE:Revista "Lamás médula" www.revistalamasmedula.com.ar)

Juanllanca, Flamenco Bustriz, el Penca o el Piedra Juan, como lo llaman sus amigos, es dueño de una obra poética única, reveladora, fundamental para la literatura argentina y sin embargo casi desconocida. Poesía viva que fue creciendo con el paso del tiempo, como bien señalan las docentes Dora Battistón y Carla Rivara en sus estudios. Una primera etapa (1954-1969), vinculada al cancionero regional caracterizada por el uso de los recursos métricos que le son propios (zambas, milongas); un momento de transición (1969-1970), donde se va alejando del formato canción, y una etapa final, hacia los años ochenta, donde el lenguaje se multiplica en nuevas formas más complejas, más experimentales: “ensusurrándote”, “rinconoso”, “laguniñas”, las palabras se amalgaman en una fusión sorpresiva que gana en musicalidad, en cuerpo.

Hoy comparte sus días y recuerdos con Chiquita, como la llama él, Lidia Hernández, su actual compañera, y sobrevive gracias a una pensión que le otorgó el gobierno de su provincia. Ella fue quien lo asistió en su recuperación, luego de cinco años de mutismo, tiempo que duró su internación en el hospital psiquiátrico local Lucio Molas y luego de haber estado hospedado en la Asociación de Escritores de La Pampa.

Desde entonces no ha vuelto a escribir. “Se destruyó mi imaginación poética”, dirá él. Tal vez por eso, escucharlo leer, verlo, es una experiencia conmovedora. Hay sorpresa y reencuentro en la lectura, en la palabra evocada.
Su obra poética, aproximadamente ochenta libros, en su mayor parte permanece inédita. Sólo un puñado se ha publicado. Entre ellos Elegías de la piedra que canta (1969), Aura de estilo, (1970), Unca bermeja (1984), Los poemas puelches / Quetrales. Cantos del añorante (1991) y Libro del Ghenpín (2004).
Sus poemas...

de Elegías de la piedra que canta (1969)

Tan huesolita que te ibas
tan envidiada de qué sombras la tierra ardía huesolita
la siesta ardía melodiosa tan como ibas tu sonrisa era
una piedra arrobadora y era otra piedra mi costilla
dulcequeamarga solasola cuajada de alta pedrería eran
tus voces tan palomas eran tus manos piedras finas
guitarra tan azuladiosa eras la piedra que acaricia pie-
dra te ibas quién te roba última brisa de la brisa o
flauta mía o leja y rota tan huesolita que te ibas tan
de la gracia mucha y poca si cuando vuelvas ves mis
días oh piedra llena llaga
hermosa!
...

Te regalé unas cuentas indias
y había un color de aroma hereje tan sobre mí caía el
cielo amarilleaba su piel verde yo sé que labro joya
oscura sólo por vos que me la entiendes porque a vos
te hablo en esta piedra enrumorada de caldenes quién
sino vos me la naciste y en quién sin vos ellas se mece
te di en la tierra qué colores sonorositos magamente
remotas gemas de collares ascuas de piedras de otras
gentes besos de piedras recobradas entre tus manos
vieja fiebre alegría vieja o amoríos de aquella aquel que
están sin frente te regalé gualicheríos piedras de dulces
redondeles

Luego serás cuajada luna
y cuidarás las ovejitas verdes del monte paridoras oh
baladoras sus orillas hasta el confín de sus balidos
luego serás que laguniñas niñaslagunas monteadoras
serás la leche más rocía y serás más más que la luna
serás la luna repetida y repetida hasta mi hueso serás
la flor reventoncita luego serás lo que yo quiera lo que
vos quieras que te pida te apagaré tan mansamente
boca con boca la sonrisa te moleré como quien muele
silvestres bayas maduritas serás más luna que la luna
por machacada
revivida

En mi tazón te traeré músicas
para no verte tan callada flautas pisadas templadoras
bellas guitarras mordereadas en mi tazón de soledades
de uvas sangrosas carne gualda y moliditas qué milongas
arrobadoras y rasgueadas piedra sonriente piedra
mía digo que mía por cantada lejosa vientre de tu
ausencia en estos lados de la patria oh ruidoroso
continente piedra no piedra sí muchacha lo más hermoso
de la piedra lo que nos da tras de la lágrima lo que
nos queda de la piedra su carocito y perdurada en mi
tazón o en mi esqueleto o en su ceniza si es que
canta

de Caja amarilla (1973-1974)

el intenso dice
un adiós el intenso dice una sombra mi amor aterciopelada palaciega en esta tarde regocijante y tristonosa las gentes se ponen máscaras oh mi amor se sacan los rostros se arrancan infantilizados la identidad remota y saltan saltan y no son langostas siquier y tristemente remedan al ancestral sagrado qué estoy diciendo mi amor yo celebrante rojo celebrante amarillo y negro y azul huelo a collón a piedra pintada a sien quemada huelo a corazón ahumado huelo a rodillas blanconas a canillas bermejas mi amor dios quiera que no pienses como yo en esta tarde que huele a tambores colorados a bajo vientre castaño a tobillos simulones a talón pintarrajo mientras la soledad los va comiendo y chilla

de Libro del Ghenpín (1977)

Primera Palabra
Y aquí estoy yo, pensoso y descendiente,
junto a esta luz meralda que se mece,
el juan azul, el carlos marilloso,
espiando aquí, dentrocullá, qué tonto.
Quién me dirá qué-buscas-en-lo-huyente?-,
la-cepa-o-ya-la-borra-de-tu-gente?
Aquí estoy yo, racimo alabancioso.

Fantasmas más, fantasmas menos, duermen.

Tercera Palabra
Dónde errarás, Antonio tan Bustriazo?
Dónde, fatal espectro, Comisario
de Territorios Nacionales? Calmo,
te pienso calmo en tu gran paz, callado,
tu gesto así, de labios apretados.
Y Juan Bautista y su caballodiablo?
Lo buscarás?, se buscarán airados?
Dónde errarás, Miguel Antonio? Parco,
rápido hablar, tu fuerza eran tus manos.
Tu sombra vi, tu bulto oscuronado
en tu momento de morir Bustriazo,
tu nube ya, tu forma de apagado.

Te dejo aquí, errante y capturado
gema o carbón, o flauta o espantajo.

Décima Primera Palabra
Lasqa qarnaL, ardiente peladura
del qorazón, guiñapo de la luna
en menstruacióN, pellejo, arranqadura,
sangrienta faZ, manzana gemebunda,
desgarración, piltrafa sin ventura.
No eches verdoR insano ni no luzqas
qon tu angurriento amoR, ni des ninguna
qría infeliZ al monstruo de esta uva

Décima Quinta Palabra
Antesta vela corta que me queda,
flaca energía de la luz inicua,
esta palabra posterior, postrera,
por áhora u´hoy entresta luna indina
de húmedo vidrio, de quincallería
guachenta y gris. Esta palabra hueca.

Décima Sexta Palabra
Adiós, adiós. Hasta mañana, lengua,
lueguito o no, luegura si me llega,
levántar me, nacerme de la huesa,
la sabanura, almohada, estotra greda
de la que subo taza, vaso o luenga
jarra de Juan. Hasta mañana, lengua!
(Ellos ya están cantando: “cuchillocóoooooo!...)

Décima Séptima Palabra
Renqueante voy bajo esta luz, confuso,
a tu fulgor, ay vino. Yo me acuso
de ir a robarte donde un dios te puso
en el mesón sabido. Yo, que iluso
ando en dolor violeta. Quién dispuso
que pase así? Perdón si yo te uso.
Es mi destino y el telar y el huso:
mi Tejedora Tinta, vino infuso.

Décima Octava Palabra
Rosa-Betuna-de-esta-salidura:-
orujo-infame-cincuentón-cercano-
pantalón griso-rodilloso-mucho-
tan-perturbado-por-la-calle-imbécil-
este-que-fue-linotipista-loco-
de-ira-en-ira-por-la-negra-máquina-
esa-invención-tan-bella-y-peligrosa-
el-corrector-de-pruebas-de-aquel-diario-
aquel-taller-de-horrípilas-ginebras-
tanto-que-hacer-que-herir-esta-palabra-
ni-cien-mil-bocas-bastan-quéyquéntonces?-
Rosa-Betuna:-vuelvo-a-los-comienzos-
al-pieslegüero-que-está-aquí-yacente-
que-ni-es-ni-bosta-entre-el-alcochol-y-el-humo.

Vigésima Primera Palabra
Cómo será la cola de una bruja?
Azafranada, viola, miel, canela,
color durazna, de damasca prieta,
poma escarlata, ciclamor de luna?
Cómo será la cola de una bruja?
Color de espiga, leche, tuna, hoguera,
o de ostra de oro, de sirena intensa?
Cómo será la Cola de una Bruja?
Yo me pregunto, pobre Juanca. Nunca
sabrás del todo, porque te es tiniebla!

Vigésima Cuarta Palabra
Águeda Franco: ahora que estoy preso
que este homicida late consumido,
yace oxidado, occipital, confeso,
occidental, poniente, sol caído,
y parietal, decúbito, poseso
de su fatal, de su hecho renegrido,
lástima, sí, Águeda Franco, de eso
que el hombre llama crimen, de eso he sido
un elegido más, ni pan ni hueso
tengo el roer, y el carcelero, ido
en su pensar, su vuelo, pasa tieso,
talón, talón, borceguí negro, hundido
en lo betún, la sombra, fuerte, ileso,
Águeda Franco: bésote, sentido.

(Cárcel de Encausados de Santa Rosa, 24 de marzo)
Esquela endecasílaba para Águeda Franco, tierna muchacha de General Pico, escribidora de floridas cartas y de bellos poemas pintados

Vigésima Séptima Palabra
Yo les pregunto y a las gentes duchas
qué es esta música que se me bifurca?
Valse, ranchera, polca, si es mazurca,
minué del ángel, chotis de la bruja?
Esta feliz sonorería oriunda
del corazón, de la pasión nocturna,
la rara avis que me canta y turba,
me amasa nuevo, que me descorrupta?
Yo no lo sé. Son hartas las preguntas.
Quid de la sien, la lengua. Me disculpan?

Tuesday, August 04, 2009

Allen Ginsberg


AULLIDO

He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, histéricos famélicos muertos de hambre arrastrándose por las calles, negros al amanecer buscando una dosis furiosa, cabezas de ángel abrasadas por la antigua conexión celestial al dínamo estrellado de la maquinaria de la noche, quienes pobres y andrajosos y con ojos cavernosos y altos se levantaron fumando en la oscuridad sobrenatural de los departamentos con agua fría flotando a través de las alturas de las ciudades contemplando el jazz.

Quienes expusieron sus cerebros al Cielo, bajo El y vieron ángeles Mahometanos tambaleándose en los techos de apartamentos iluminados.

Quienes pasaron por las universidades con ojos radiantes y frescos alucinando con Arkansas y la tragedia luminosa de Blake entre los estudiantes de la guerra.

Quienes fueron expulsados de las academias por locos por publicar odas obscenas en las ventanas del cráneo.

Quienes se encogieron sin afeitar y en ropa interior, quemando su dinero en papeleras y escuchando el Terror a través de las paredes.

Quienes se jodieron sus pelos púbicos al volver de Laredo con un cinturón de marihuana para New York.

Quienes comieron fuego en hoteles coloreados o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte, o purgaron sus torsos noche tras noche con sueños, con drogas, con pesadillas despiertas, alcohol y verga y bolas infinitas, ceguera incomparable; calles de nubes vibrantes y relámpagos en la mente saltando hacia los polos de Canadá y Paterson, iluminando todas las palabras inmóviles del Tiempo, sólidos peyotes de los vestíbulos, amaneceres en el cementerio del árbol verde, ebriedad del vino en los tejados, puestos municipales el neon estridente luces del tráfico parpadeantes, vibraciones del sol, la luna y los árboles en los bulliciosos crepúsculos de invierno de Brooklyn, estrepitosos tarros de basura y una regia clase de iluminación de la mente.

Quienes se encadenaron a sí mismos a los subterráneos para el viaje infinito desde Battery al santo Bronx en benzedrina hasta que el ruido de las ruedas y niños empujándolos hacia salidas exploradas estremecidas y desiertos golpeados de cerebros absolutamente secos de esplendor en la melancólica luz del Zoo.

Quienes se hundieron toda la noche en la luz submarina de Bickford's emergidos y sentados junto a la añeja cerveza después del mediodía en el desolado Fugazzi's, escuchando el crujido del destino en la caja de música de hidrógeno.

Quienes hablaron setenta horas seguidas desde el parque a la barra a Bellevue al museo al Puente de Brooklyn, batallón perdido de conversadores platónicos bajándole espaldas las escaleras de escape de los alfeizares del Empire State lejos de la luna, gritando incoherencias, vomitando susurrando hechos y recuerdos y anécdotas y patadas en la bola del ojo y traumas de hospitales y cárceles y guerras, intelectos enteros disgregados en amnesia por siete días y noches con ojos brillantes, carne para la Sinagoga arrojada al pavimento.

Quienes se desvanecieron en ninguna parte de Zen New Jersey dejando un reguero de ambiguas postales ilustradas de Atlantic City Hall, sufriendo sudores orientales y artritis Tangerianas y jaquecas de China bajo la basura en las salas sin muebles de Newark.

Quienes dieron vueltas y vueltas en la medianoche por el patio de trenes preguntándose adónde ir, y fueron, sin dejar corazones rotos.

Quienes prendieron cigarrillos en vagones traqueteando por la nieve hacia granjas solitarias en la noche del abuelo.

Quienes estudiaron a Plotino, Poe, San Juan de La Cruz, telepatía y cábala debido a que el cosmos instintivamente vibraba en sus pies en Kansas.

Quienes solos por las calles de Idaho buscaban ángeles indios visionarios que fueran ángeles indios visionarios.

Quienes pensaban que sólo estaban locos cuando Baltimore destellaba en éxtasis sobrenatural.
Quienes saltaron a limusinas con el Chinaman de Oklahoma impulsados por la lluvia de los pequeños pueblos a la luz callejera de la medianoche del invierno.

Quienes haraganeaban hambrientos y solos por Houston buscando jazz o sexo o sopa, y siguieron al brillante español para conversar sobre América y la eternidad, una tarea sin esperanza, y tomaron un barco para África.

Quienes desaparecieron en los volcanes de México dejando tras suyo nada excepto la sombra del estiércol y la lava y la ceniza de la poesía quemada en Chicago.

Quienes reaparecieron en la Costa Oeste investigando el F.B.I. en barbas y pantalones cortos con grandes ojos pacifistas atractivos en su oscura piel entregando incomprensibles folletos.
Quienes se quemaron sus brazos con cigarros encendidos protestando contra la bruma narcótica del tabaco del Capitalismo.

Quienes distribuyeron panfletos supercomunistas en Union Square sollozando y desvistiéndose mientras las sirenas de Los Alamos los deprimían, y se deprimía Wall, y el ferry de State Islan también se deprimía.

Quienes rompieron a llorar en blancos gimnasios desnudos y temblorosos frente a la maquinaria de otros esqueletos.

Quienes mordieron detectives en el cuello y chillaron con placer en autos policiales por no cometer un crimen salvo su propia pederastia salvaje y su intoxicación.

Quienes aullaron de rodillas en el metro y fueron arrastrados por el techo ondeando sus genitales y manuscritos.

Quienes permitieron ser penetrados por el ano por virtuosos motociclistas, y gritaron con alegría.
Quienes chuparon y fueron chupados por aquellos serafines humanos, los marineros, caricias del amor Atlántico y Caribeño.

Quienes eyacularon en la mañana en la tarde en jardines de rosas y en el pasto de parques públicos y cementerios esparciendo su semen libremente a quienquiera que llegara.

Quienes hiparon sin cesar tratando de reír pero se torcían de llanto detrás de un cubículo de un Baño Turco cuando el ángel rubio y desnudo venía a atravesarlos con una espada.

Quienes perdieron a sus amantes por las tres viejas musarañas del destino, la musaraña tuerta del dólar heterosexual, la musaraña tuerta que hace guiños fuera del útero y la musaraña tuerta que no hace nada sino sentarse en su trasero y corta las hebras doradas intelectuales del vislumbre del artesano.

Quienes copularon extáticos e insaciables con una botella de cerveza, un novio, un paquete de cigarrillos, una vela y se cayeron de la cama, y continuaron en el suelo y por los pasillos y terminaron desmayándose en la pared con una visión del último coño y llegaron a eludir el último atisbo de conciencia.

Quienes endulzaron las conchitas de un millón de chicas temblorosas en el ocaso, y tenían los ojos rojos en la mañana pero preparados para endulzar las conchitas del sol naciente, destellantes traseros bajo los establos y desnudos en el lago.

Quienes iban a putas en Colorado por miriadas en autos robados, N.C., héroe secreto de estos poemas, semental y Adonis del alegre Denver a la memoria de sus innumerables encamadas con chicas en lotes vacíos, patios de bares, hileras de desvencijadas casas rodantes en la cima de montañas, en cavernas o con demacradas meseras en familiares subidas de enaguas al lado del camino y especialmente la secreta estación de gasolina solipsismos de juan, y callejones pueblerinos también.

Quienes se desvanecieron en vastas películas sórdidas, se transformaron en sueños, despertaron en un repentino Manhattan, y se encontraron a sí mismos fuera de los sótanos colgados sobre descorazonados Tokay y los horrores de los sueños de hierro de la Tercera Avenida y tropezaron con las oficinas de desempleo.

Quienes caminaron toda la noche con sus zapatos llenos de sangre en los muelles esperando una puerta en East River para entrar a un cuarto lleno de vapor caliente y opio.

Quienes crearon grandes dramas suicidas en el apartamento de los acantilados del Hudson bajo el rayo azul de la luna de tiempo de guerra y sus cabezas eran coronadas con el laurel del olvido.

Quienes comieron la cazuela de cordero de la imaginación o digirieron cangrejos en el fondo lodoso de los ríos de Bowery.

Quienes lloraron por el romance de las calles con sus carritos llenos de cebollas y mala música.
Quienes se sentaron en cajas respirando en la oscuridad bajo el puente, y se levantaron para construir arpas en sus desvanes.

Quienes tosían en el sexto piso del populoso Harlem con llamas bajo el cielo tuberculoso rodeados por las jaulas naranjas de la teología.

Quienes garrapatearon toda la noche golpeando y rodando sobre elevadas incautaciones que en las amarillas mañanas eran estrofas de jerigonza.

Quienes cocinaron animales podridos pulmones, corazón, pata ,cola borsht y tortilla soñando con el puro reino vegetal.

Quienes se zambulleron en camiones de carne buscando un huevo.

Quienes tiraron sus relojes del tejado para dar su voto a la eternidad fuera del Tiempo y despertadores cayeron sobre sus cabezas todos los días por la siguiente década.

Quienes se cortaron las muñecas tres veces seguidas sin éxito, se rindieron y fueron forzados a abrir anticuarios donde pensaban que se ponían viejos y gritaban.

Quienes fueron quemados vivos en sus inocentes trajes de franela en Madison Avenue entre ráfagas de versos plomizos y el parloteo borracho de los regimientos de acero de la moda y los chillidos de nitroglicerina de las agencias de publicidad y el gas mostaza de los editores siniestramente inteligentes, o cayeron por los taxis ebrios de la Absoluta Realidad.

Quienes saltaron del Puente de Brooklyn esto realmente sucedió y quedaron desconocidos y olvidados en el aturdimiento fantasmal de los callejones de sopa y camiones de incendio de Chinatown, ni siquiera una cerveza gratis.

Quienes cantaron por sus ventanas de desesperación, cayeron de la ventana del metro, saltaron en el sucio Passaic, brincaron en negros, gritaron por toda la calle, bailaron descalzos en trozos de copas de vino rotas grabaciones de fonógrafos de la nostalgia Europea jazz alemán de 1930 terminaron el whisky y se lanzaron gemebundos en baños sangrientos, gemidos en sus oídos y la ráfaga colosal del silbido del vapor.

Quienes rodaron por las carreteras del viaje al pasado para cada uno el látigo del Gólgota reloj de la soledad de la cárcel o encarnación del jazz de Birmingham.

Quienes condujeron una visión para encontrar la eternidad.

Quienes viajaron a Denver.

Quienes murieron en Denver.

Quienes volvieron a Denver y esperaron en vano.

Quienes aguardaron en Denver y empollaron solos en Denver y finalmente se fueron para encontrar el Tiempo, y Denver es solitario para sus heroínas.

Quienes cayeron de rodillas en catedrales sin esperanza rezando por la salvación de cada uno y la luz y los pechos, hasta que el alma iluminara su cabello por un segundo.

Quienes chocaron con sus mentes en la cárcel esperando criminales imposibles con cabezas doradas y el encanto de la realidad en sus corazones que cantaban dulces blues a Alcatraz.

Quienes se retiraron a México para cultivar un hábito, o a Rocky Mount para ofrecer Buddha o Tánger a los muchachos al Southern Pacific a la locomotora negra o a Harvard a Narciso a Woodland para la sepultura o daisychain.

Quienes exigieron juicios de cordura acusando a la radio de hipnotismo y fueron dejados con su locura y sus manos y un jurado colgado.

Quienes arrojaron papas saladas a los conferencistas de Dadaismo en CCNY y subsecuentemente se presentaron ellos mismos en las baldosas de granito del manicomio con cabezas rapadas y un discurso arlequinesco de suicidio, demandando una lobotomía instantánea, y quienes a su vez se entregaron a la nulidad concreta de la insulina, Metrazol, electricidad, hidroterapia, psicoterapia, terapia ocupacional, ping pong y amnesia.

Quienes en protesta seria dieron vuelta sólo una simbólica mesa de ping pong, descansando brevemente en catatonia, volviendo años después verdaderamente calvos excepto por una peluca de sangre, y lágrimas y dedos, a la visible fatalidad del hombre loco de los pupilos de los pueblos locos del Este, salas fétidas de Pilgrim State's Rockland's y Greystone discutiendo con los ecos del alma, pegando y rodando en la soledad-banca-dolmen-reinos del amor de medianoche, sueños de vida en una pesadilla cuerpos convertidos en roca tan pesados como la luna, con la madre finalmente, y el último libro fantástico arrojado por las ventanas del departamento, y la última puerta cerrada a las 4 A.M. y el último teléfono pegado a la pared sonando y la última pieza amueblada, un papel rosa amarillo torcido en un colgador de alambre en el closet, e incluso eso imaginario, nada sino un poco de esperanzadora alucinación ah, Carl, mientras no estés seguro yo no estoy seguro, y ahora tú estás realmente en la sopa animal total del tiempo y quienes por lo tanto corrieron a través de las calles congeladas obsesionados con un repentino destello de la alquimia del uso de la elipse el catálogo el metro y el plano vibrante.

Quienes soñaron y encarnaron brechas en el Tiempo y Espacio a través de imágenes yuxtapuestas, y atraparon al arcángel del alma entre 2 imágenes visuales y unieron los verbos elementales y establecieron el nombre y rasgos de la conciencia al mismo tiempo saltando con sensación de Pater Omnipotens Aeterna Deus para recrear la sintaxis y medida de la pobre prosa humana y ponerse frente a ti estupefacto e inteligente y sacudirse con vergüenza, rechazando incluso revelar el alma para conformarse al ritmo del pensamiento en su desnuda y eterna cabeza, el vagabundo loco y el golpe del ángel del Tiempo, desconocido, incluso poniendo aquí lo que podría dejar de ser dicho en tiempo de volver después de la muerte, y surgieron reencarnados en los trajes fantasmales del jazz en la sombra del corno dorado de la banda y exhalar el sufrimiento de la mente desnuda de América para amar en un eli eli lamma lamma sabacthani saxofón que llora estremeciendo las ciudades bajo la última radio con el corazón absoluto del poema de la vida descarnada de sus propios cuerpos buenos para comer mil años.

NORTEAMERICA
Norteamérica te he dado todo y ahora no soy nada.

Norteamérica dos dólares y veintisiete centavos 17 de enero de 1956.

No me aguanto ni mi propia cabeza.

Norteamérica ¿cuándo vamos a terminar con la guerra entre humanos?

Andate al carajo con tu bomba atómica

no me siento bien no me molestés.

No voy a escribir mi poema hasta que mi cabeza funcione bien.

Norteamérica ¿cuándo vas a ser como un angelito?

¿Cuándo te vas a desnudar?

¿Cuándo vas a ver tu propio reflejo en la tumba?

¿Cuándo vas a ser digna de tu millón de Trotskystas?

Norteamérica ¿por qué tus bibliotecas están hasta arriba de lágrimas?

Norteamérica ¿cuándo vas a mandar tus huevos a la India?

Estoy podrido de tus maniáticas exigencias.

¿Cuándo voy a poder ir al supermercado y comprar lo que necesito así tal cual como me veo?

Norteamérica después de todo sólo vos y yo somos los perfectos no el resto del mundo.

Tu maquinaria es demasiado para mí.

Vos hacés que quiera ser un santo.

Debe haber alguna otra forma para plantear este asunto.

Burroughs está en Tangiers no creo que vuelva es trágico.

¿Te hacés la trágica o es una especie de broma pesada?

Estoy tratando de llegar al nudo de la cuestión.

Me niego a abandonar mi obsesión.

Norteamérica dejá de presionar sé lo que estoy haciendo.

Norteamérica las flores del ciruelo están cayendo.

No he leído el diario en meses, todos los días juzgan a alguien por asesinato.

Norteamérica los Wobblies me sensibilizan.

Norteamérica solía ser un comunista cuando era chico y no me arrepiento.

Fumé marihuana todas las veces que pude.

Me sentaba en mi casa por días enteros y observaba las rosas en el ropero.

Cuando voy al Barrio Chino me emborracho y nunca me hecho un polvo.

Ya lo he decidido va a haber quilombo.

Deberías haberme visto leyendo a Marx.

Mi psicoanalista piensa que estoy perfectamente bien.

No voy a decir las Plegarias del Señor.

Tengo visiones místicas y vibraciones cósmicas.

Norteamérica todavía no te conté lo que le hiciste al tío Max después de que vino de Rusia.

Te estoy poniendo al tanto.

¿Vas a dejar nuestra vida emocional en manos de la revista Time?

La revista Time me tiene loquísimo.

La leo todas las semanas.

Sus tapas me escudriñan cada vez que me escurro al pasar por la esquina confitería.

La leo en el sótano de la Biblioteca Pública de Berkeley.

Siempre me está hablando de responsabilidad.

Los hombres de negocio son gente seria. Los productores de cine son gente seria. Todo el mundo es gente seria menos yo.

Se me ocurre pensar que yo soy Norteamérica.

Estoy hablando solo de vuelta.

Asia se levanta en mi contra.

No tengo ni la más mínima oportunidad.

Es mejor que tenga en cuenta mis recursos naturales.

Mis recursos naturales se reducen a dos porros de marihuana millones de genitales una impublicable literatura privada que va a 10000 por hora y

veinticincomil instituciones mentales.

No abro la boca para hablar de mis prisiones ni de los millones de desgraciados que viven en mis maceteros bajo la luz de quinientos soles.

He abolido los prostíbulos de Francia, Tangiers es el próximo.

Mi ambición es ser Presidente a pesar del hecho de ser Católico.

Norteamérica ¿cómo puedo hacer para escribir una bendita letanía con ese carácter tan necio que tenés?

Voy a hacer como Henry Ford mis estrofas son tan personales como sus

automóviles aún más ellas son todas como de diferentes sexos.

Norteamérica te voy a vender mis estrofas por $2500 cada una $500 las viejas.

Norteamérica liberá a Tom Mooney

Norteamérica salvá a los Leales Españoles

Norteamérica Sacco & Vanzetti no deben morir

Norteamérica yo soy los chicos de Scottsboro.

Norteamérica cuando yo tenía siete años mamá me llevaba a las reuniones de la Célula Comunista ellos nos vendían garbanzos un puñado por ticket un ticket cuesta cinco centavos y los

discursos eran libres todo el mundo se ponía angelical y sentimental por los

obreros era todo tan sincero no te das una idea qué cosa buena el partido

era en 1935 Scott Nearing era un viejo grandioso un mensch de verdad la Madre

Bloor me hizo llorar una vez vi a Israel Amter sencillamente. Todo el mundo debe haber

sido un espía.

Norteamérica en realidad no querés ir a la guerra.

Norteamérica son ellos los Rusos malos.

Ellos los Rusos ellos los Rusos y ellos los Chinos. Y ellos los Rusos.

Rusia quiere comernos vivos. El poder de Rusia malo. Ella querer sacar los autos de nuestras cocheras.

Ella querer agarrar Chicago. Ella necesitar un Reader’s Digest Rojo. ella querer nuestras

plantas de automóviles en Siberia. Él grande burocracia manejando nuestras estaciones de servicio.

Eso no ser bueno. Ugh. Él hacer que Indios aprender a leer. Él necesitar negros y grandotes negros.

Hah. Ella hacernos trabajar dieciséis horas al día. Socorro.

Norteamérica esto es bastante serio.

Norteamérica esa es la impresión que tengo cuando miro la televisión.

Norteamérica ¿es esto correcto?

Es mejor que me ponga a trabajar en serio.

Es verdad que no quiere unirme al Ejército o hacer girar tornos en fábricas de partes de

precisión, soy corto de vista y psicópata de todas formas.

Norteamérica le estoy poniendo mi hombro marica a la rueda

Saint-John Perse*: Para celebrar una infancia, segunda parte


Y las sirvientas de mi madre, altas mozas lucientes… Y nuestros fabulosos párpados…
¡Oh
claridades, oh favores!
Nombrando cada cosa, yo recitaba que era grande, nombrando cada bestia, que era bella y buena.
¡Oh mis mayores
flores voraces, entre la roja hoja devorando mis más bellos insectos verdes! Los ramos en el jardín olían a cementerio de familia. Y una muy pequeña hermana habíua muerto: yo había tenido su ataúd de caoba, que olía bien, entre los espejos de tres estancias. Y no se debía matar un pájaro mosca de una pedrada… Pero la tierra se curvaba en nuestros juegos como hace la sirvienta, aquella que tiene derecho a una silla si nos quedamos en casa.


… Vegetales fervores, ¡oh claridades, ¡oh favores…!
¡Y luego esas moscas, esa especie de moscas, hacia el último cuadro del jardín, que era como si la luz cantase!


Me acuerdo de la sal, me acuerdo de la sal que la nodriza amarilla hubo de limpiar en el ángulo de mis ojos.
El hechicero negro sentenciaba en la despensa: “El mundo es como una piragua que, volteando y volteando, no sabe ya si el viento quiere reír o llorar…”
Y enseguida mis ojos trataban de pintar
un mundo balanceado entre brillantes aguas, y reconocían el mástil liso de los troncos,
la gavia bajo las hojas, y los botalones y las verjas, los obenques de liana,
en donde, demasiado largas, las flores
remataban en gritos de papagayos.

*Saint-John Perse, fue el seudónimo de Alexis Saint-Léger Léger (1887-1975), poeta y diplomático, obtuvo en 1960 el Premio Nóbel de Literatura.
(Gentileza de Maria del Carmen Colombo)

Paul Klee



"(...) Déjenme emplear un símil, el símil del árbol. El artista ha penetrado en este nuestro mundo multiforme y --vamos a suponerlo así-- se ha orientado en él más o menos... calladamente... La orientación en las cosas de la naturaleza y de la vida, ese orden ramificado, de muchas ramas, lo quisiera comparar con las raíces del árbol.
De allí le afluyen al artista las savias que pasan a través de él y de sus ojos.
Él está, pues, donde está el tronco. Asediado y conmovido por el poder de ese fluir, transmite en la obra lo que ha visto.
Como en la copa del árbol, que en el tiempo y en el espacio se despliega visiblemente hacia todos los lados, se despliega también la obra.
A nadie se le ocurriría pedirle al árbol que forme la copa exactamente como la ráíz. Todos comprenderán que entre abajo y arriba no puede haber una relación de espejo y objeto reflejado. Es natural que las distintas funciones de distintos ámbitos elementales den lugar a grandes diferencias.
Pero precisamente al artista en muchos casos se le quiere prohibir esas diferencias con respecto a los modelos naturales, necesarias, si no por otras razones por las exigencias de la creación plástica. Hasta se ha ido tan lejos como para reprocharle impotencia e imputarle un falseamiento intencional.
Pero él, en el lugar del tronco, lugar que le está asignado, no hace más que recoger lo que brota de las profundidades y transmitirlo. Lo que hace no es servir ni dominar; es simplemente transmitir.
Ocupa, pues, una posición auténticamente humilde. Y la belleza de la copa no es suya, sólo ha pasado a través de él."
*Fragmento de la conferencia de Klee Sobre el arte moderno, extractado del libro Mundo y vida de grandes artistas (III), Westheim Paul. Fondo de Cultura Económica, 1984

Thursday, June 25, 2009

BELLO BARRIO,del poeta chileno Mauricio Redoles



Descubrí un bello barrio en Santiago de Chile
Es un bello barrio en que los camaradas no han desaparecido aún y los bares son color anilina que puede leerse al revés igual.
Descubrí un bello barrio de luces antiguas y gente amable
Las mujeres son bellas ánimas aún más que una madre, atraviesan las calles en aeroplano.
Y hay avisos, y hay avisos, y hay avisos, y hay avisos antiguos envueltos en gasa y paños sencillos
Y el blues vive en la sangre y aún no ha llegado la hora de los asesinatos
Es más aún, la banda de asesinos todavía es tramitada en las fronteras del Polo Sur.
Descubrí un bello frágil barrio al suroeste de Santiago de Chile
Su belleza es tal que aún mi hermano tiene el rostro recompuesto antes de la fiebre verde y los fierrazos.
Es bello, porque parece ser Londres 1956 por Bethnal Green O Buenos Aires 1950, con equipos de fútbol y barras de emigrantes y Gato Barbieri es chico, con olor a chocolate y naranjas
Hay arreglos de guitarra imaginativos y tengo amores con una muchacha que es casi de este barrio.
Hay la alegría de esa utopía que nos negó este siglo
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse

Aquí nadie discrimina a los negros porque todos somos negros
Aquí nadie discrimina a los obreros porque todos somos obreros
Aquí nadie discrimina a las mujeres porque todos somos mujeres
Aquí nadie discrimina a los chicanos porque todos somos chicanos
Aquí nadie discrimina a los comunistas porque todos somos comunistas
Aquí nadie discrimina a los chilenos porque todos somos chilenos
Aquí nadie discrimina a los cabros chicos porque todos somos cabros chicos
Aquí nadie discrimina a los rockeros porque todos somos rockeros
Aquí nadie discrimina a los punkies porque todos somos punkies
Aquí nadie discrimina a los mapuches porque todos somos mapuches
Aquí nadie discrimina a los hindúes porque todos somos hindúes
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse

Bello barrio, bello barrio, bello barrio, bello barrio bello
En que los cines dan las películas del Guatón Ruiz Y la música de Los Jaivas no ha sido destruida a hachazos
Bello barrio con b larga y a corta, en que el proyecto cultural no ha sido culeado, ni tampoco nos borraron los murales que anuncian la venida del afamado grupo chicano de rock Los Lobos y la emigración de viejos chipriotas y hermanas negras traen la comida y la música que nadie les pisoteará
Porque acá nadie discrimina a los chipriotas porque todos somos chipriotas
Y en donde tú vas con tu sueño y la ternura viva en los labios
Porque acá nadie discrimina a los que van con su sueño y la ternura viva en los labios.
Bello barrio en que los dinamitados aún tienen los dedos pegados a las manos y el páncreas dentro de su cuerpo y van por ahí tranquilos
Más tranquilos que son esos Barrio donde existen horas que después no fuerán necesarias
Barrio de lluvia y gotas como estufa y hay una sinceridad de panadería que me pone nostálgico y sureño
Y la guerra no está ni en las historietas del kiosco
Porque en esas historietas vienen sólo colores y gritos de gozo
Iba un hombre mitad pez y mitad hombre y todos lo quieren y le preguntan:¿Cuál es tu nombre amigo?
Y él ríe con sus ojos anaranjados de pez
Barrio donde ese loco de Miraflores y Merced salió hace cincuenta siglos, la mañana en que el tiempo ajeno fue el tiempo
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse

Barrio con cuadernos de hojas verdes y gruesas donde el lápiz conversa con el cuaderno al escribir y son amigos
Barrio donde Soledad Fariña pinta su primer libro
Barrio donde Téllez organiza un primer tucaneo
Descubrí un bello barrio en que el oxigeno es bello y puedo llorar cuando escribo
Descubrí un bello barrio donde nadie discrimina a los allanados porque todos nos hemos hallado
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse

Barrio donde los misterios son misterios bellos y entretenidos
Barrio donde las chimeneas echan oxígeno y la gente puede perder un paraguas, pero nadie le devuelve una metralleta, conchetumadre
Barrio en que en la tele aún sale el Perro Olivares y Cortázar y Arlen Siu y Víctor Jara y Roque Dalton y John Lennon.
Están posibles con la posibilidad que vivieron
Barrio en donde los accidentes son accidentales
Acá el presente no ha acontecido, es más aún, las balas que desgarrarán los tiernos pezones de los desaparecidos aún son plomo en lejanas minas de un continente aún no descubierto
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse

En donde las librerías de viejos están llenas de obras que luego la memoria tendrá que someter a la fantasía
Barrio en donde los poetas aún dialogan con la muerte, de madrugada, bebiendo pisco y no se han enemistado con ella
Acá el futuro se vive en su pasado, noticias vulgares en radios vulgares
Ven a vivir esta fragilidad peligrosa de corromperse

Se llega por recorridos de micros inexistentes
Se llega por calles subterráneas
Ven a esta bella barriada a encender el ultimo fuego
amor

Friday, June 19, 2009

NESTOR PERLONGHER...



CADAVERES

a Flores

Bajo las matas En los pajonales Sobre los puentes En los canales Hay Cadáveres

En la trilla de un tren que nunca se detiene En la estela de un barco que naufraga En una olilla, que se desvanece En los muelles los apeaderos los trampolines los malecones Hay Cadáveres

En las redes de los pescadores En el tropiezo de los cangrejales En la del pelo que se toma Con un prendedorcito descolgado Hay Cadáveres

En lo preciso de esta ausencia En lo que raya esa palabra En su divina presencia Comandante, en su raya Hay Cadáveres

En las mangas acaloradas de la mujer del pasaporte que se arroja por la ventana del barquillo con un bebito a cuestas En el barquillero que se obliga a hacer garrapiñada En el garrapiñiero que se empana En la pana, en la paja, ahí Hay Cadáveres

Precisamente ahí, y en esa richa de la que deshilacha, y en ese soslayo de la que no conviene que se diga, y en el desdén de la que no se diga que no piensa, acaso en la que no se dice que se sepa...
Hay Cadáveres

Empero, en la lingüita de ese zapato que se lía disimuladamente, al espejuelo, en la correíta de esa hebilla que se corre, sin querer, en el techo, patas arriba de ese monedero que se deshincha, como un buhón, y, sin embargo, en esa c... que, cómo se escribía? c. .. de qué?, mas, Con Todo Sobretodo Hay Cadáveres

En el tepado de la que se despelmaza, febrilmente, en la menea de la que se lagarta en esa yedra, inerme en el despanzurrar de la que no se abriga, apenas, sino con un saquito, y en potiche de saquitos, y figurines anteriores, modas pasadas como mejas muertas de las que Hay Cadáveres

Se ven, se los despanza divisantes flotando en el pantano: en la colilla de los pantalones que se enchastran, símilmente; en el ribete de la cola del tapado de seda de la novia, que no se casa porque su novio ha …............................!
Hay Cadáveres

En ese golpe bajo, en la bajez de esa mofleta, en el disfraz ambiguo de ese buitre, la zeta de esas azaleas, encendidas, en esa obscuridad Hay Cadáveres

Está lleno: en los frasquitos de leche de chancho con que las campesinas agasajan sus fiolos, en los fiordos de las portuarias y marítimas que se dejan amanecer, como a escondidas, con la bombacha llena; en la humedad de esas bolsitas, bolas, que se apisonan al movimiento de los de Hay Cadáveres

Parece remanido: en la manea de esos gauchos, en el pelaje de esa tropa alzada, en los cañaverales (paja brava), en el botijo de ese guacho, el olor a matorra de ese juiz Hay Cadáveres

Ay, en el quejido de esa corista que vendía "estrellas federales"
Uy, en el pateo de esa arpista que cogía pequeños perros invertidos, Uau, en el peer de esa carrera cuando rumbea la cascada, con una botella de whisky "Russo" llena de vidrio en los breteles, en ésos, tan delgados, Hay Cadáveres

En la finura de la modistilla que atara cintas do un buraco hubiere En la delicadeza de las manos que la manicura que electriza las uñas salitrosas, en las mismas cutículas que ella abre, como en una toilette; en el tocador, tan ...indeciso..., que clava preciosamente los alfiles, en las caderas de la Reina y en los cuadernillos de la princesa, que en el sonido de una realeza que se derrumba, oui Hay Cadáveres

Yes, en el estuche de alcanfor del precho de esa ¡bonita profesora! Ecco, en los tizones con que esa ¡bonita profesora! traza el rescoldo de ese incienso; Da, en la garganta de esa ajorca, o en lo mollejo de ese moretón atravesado por un aro, enagua, en Ya Hay Cadáveres

En eso que empuja lo que se atraganta, En eso que traga lo que emputarra, En eso que amputa lo que empala, En eso que ¡puta! Hay Cadáveres

Ya no se puede sostener: el mango de la pala que clava en la tierra su rosario de musgos, el rosario de la cruz que empala en el muro la tierra de una clava, la corriente que sujeta a los juncos el pichido -tin, tin . . . -del sonajero, en el gargajo que se esputa...
Hay Cadáveres

En la mucosidad que se mamosa, además, en la gárgara; en la también glacial amígdala; en el florete que no se succiona con fruición porque guarda una orla de caca; en el escupitajo que se estampa como sobre en un pijo, en la saliva por donde penetra un elefante, en esos chistes de la hormiga, Hay Cadáveres

En la conchita de las pendejas En el pitín de un gladiador sureño, sueño En el florín de un perdulario que se emparrala, en unas brechas, en el sudario del cliente que paga un precio desmesuradamente alto por el polvo, en el polvo Hay Cadáveres

En el desierto de los consultorios En la polvareda de los divanes "inconcientes" En lo incesante de ese trámite, de ese "proceso" en hospitales donde el muerto circula, en los pasillos donde las enfermeras hacen SHHH! con una aguja en los ovarios, en los huecos de los escaparates de cristal de orquesta donde los cirujanos se travisten de ''hombre drapeado", laz zarigueyaz de dezhechoz, donde tatúase, o tajéase (o paladea) un paladar, en tornos Hay Cadáveres

En las canastas de mamá que alternativamente se llenan o vacían de esmeraldas, canutos, en las alforzas de ese bies que ciñe-algo demás-esos corpiños, en el azul Iunado del cabello, gloriamar, en el chupazo de esa teta que se exprime, en el recIinatorio, contra una mandolina, salamí, pleta de tersos caños . .. Hay Cadáveres

En esas circunstancias, cuando la madre se lava los platos, el hijo los pies, el padre el cinto, la hermanita la mancha de pus, que, bajo el sobaco, que va "creciente", o Hay Cadáveres

Ya no se puede enumerar: en la pequeña ''riela" de ceniza que deja mi caballo al fumar por los campos (campos, hum…),o por los haras, eh, harás de cuenta de que no Hay Cadáveres

Cuando el caballo pisa los embonchados pólderes, empenachado se hunde en los forrajes; cuando la golondrina, tera tera, vola en circuitos, como un gallo, o cuando la bondiola como una sierpe 'leche de cobra" se disipa, los miradores llegan todos a la siguiente conclusión: Hay Cadáveres

Cuando los extranjeros, como crápulas, ("se les ha volado la papisa, y la manotean a dos cuerpos"), cómplices, arrodíllanse (de) bajo la estatua de una muerta, y ella es devaluada! Hay Cadáveres

Cuando el cansancio de una pistola, la flaccidez de un ano, ya no pueden, el peso de un carajo, el pis de un ''palo borracho", la estirpe real de una azalea que ha florecido roja, como un seibo, o un servio, cuando un paje la troncha, calmamente, a dentelladas, cuando la va embutiendo contra una parecita, y a horcajadas, chorrea, y Hay Cadáveres

Cuando la entierra levemente, y entusiasmado por el suceso de su pica, más atornilla esa clava, cuando "mecha" en el pistilo de esa carroña el peristilo de una carroza chueca, cuando la va dándola vuelta para que rase todos.. . los lunares, o Sitios, Hay Cadáveres

Verrufas, alforranas (de teflón), macarios muermos: cuando sin...
acribilla, acrisola, ángeles miriados' de peces espadas, mirtas acneicas, o sólo adolescentes, doloridas del dedo de un puntapié en las várices, torreja de ubre, percal crispado, romo clít ... Hay Cadáveres

En el país donde se yuga el molinero En el estado donde el carnicero vende sus lomos, al contado, y donde todas las Ocupaciones tienen nombre….
En las regiones donde una piruja voltèa su zorrito de banlon, la huelen desde lejos, desde antaño Hay Cadáveres

En la provincia donde no se dice la verdad En los locales donde no se cuenta una mentira -Esto no sale de acáEn los meaderos de borrachos donde aparece una pústula roja en la bragueta del que orina-esto no va a parar aquí -, contra los azulejos, en el vano, de la 14 o de la 15, Corrientes y Esmeraldas, Hay Cadáveres

Y se convierte inmediatamente en La Cautiva, los caciques le hacen un enema, le abren el c... para sacarle el chico, el marido se queda con la nena, pero ella consigue conservar un escapulario con una foto borroneada de un camarín donde...
Hay Cadáveres

Donde él la traicionó, donde la quiso convencer que ella era una oveja hecha rabona, donde la perra lo cagó, donde la puerca dejó caer por la puntilla de boquilla almibarada unos pelillos almizclados, lo sedujo, Hay Cadáveres

Donde ella eyaculó, la bombachita toda blanda, como sobre un bombachón de muñequera como en un cáliz borboteante-los retazos de argolla flotaban en la "Solución Humectante" (método agua por agua), ella se lo tenía que contar Hay Cadáveres

El feto, criándose en un arroyuelo ratonil, La abuela, afeitándose en un bols de lavandina, La suegra, jalándose unas pepitas de sarmiento, La tía, volviéndose loca por unos peines encurvados Hay Cadáveres

La familia, hurgándolo en los repliegues de las sábanas La amiga, cosiendo sin parar el desgarrón de una "calada" El gil, chupándose una yuta por unos papelitos desleídos Un chongo, cuando intentaba introducirla por el caño de escape de una Kombi, Hay Cadáveres

La despeinada, cuyo rodete se ha raído por culpa de tanto "rayito de sol", tanto "clarito"; La martinera, cuyo corazón prefirió no saberlo; La desposeída, que se enganchó los dientes al intentar huir de un taxi; La que deseó, detrás de una mantilla untuosa, desdentarse para no ver lo que veía: Hay Cadáveres

La matrona casada, que le hizo el favor a la muchacho pasándole un buen punto; la tejedora que no cánsase, que se cansó buscando el punto bien discreto que no mostrara nada -y al mismo tiempo diera a entender lo que pasase -; la dueña de la fábrica, que vio las venas de sus obreras urdirse táctilmente en los telares-y daba esa textura acompasada...
lila...
La lianera, que procuró enroscarse en los hilambres, las púas Hay Cadáveres

La que hace años que no ve una pija La que se la imagina, como aterciopelada, en una cuna (o cuña) Beba, que se escapó con su marido, ya impotente, a una quinta donde los vigilaban, con un naso, o con un martillito, en las rodillas, le tomaron los pezones, con una tenacilla (Beba era tan bonita como una profesora…) Hay Cadáveres

Era ver contra toda evidencia Era callar contra todo silencio Era manifestarse contra todo acto Contra toda lambida era chupar Hay Cadáveres

Era: "No le digas que lo viste conmigo porque capaz que se dan cuenta" O: "No le vayas a contar que lo vimos porque a ver si se lo toma a pecho"
Acaso: "No te conviene que lo sepa porque te amputan una teta" Aún: "Hoy asaltaron a una vaca" "Cuando lo veas hacé de cuenta que no te diste cuenta de nada ...y listo" Hay Cadáveres

Como una muletilla se le enchufaba en el pezcuello Como una frase hecha le atornillaba los corsets, las fajas Como un titilar olvidadizo, eran como resplandores de mangrullo, como una corbata se avizora, pinche de plata, así Hay Cadáveres

En el campo En el campo En la casa En la caza Ahí Hay Cadáveres

En el decaer de esta escritura En el borroneo de esas inscripciones En el difuminar de estas leyendas En las conversaciones de lesbianas que se muestran la marca de la liga, En ese puño elástico, Hay Cadáveres

Decir "en" no es una maravilla? Una pretensión de centramiento? Un centramiento de lo céntrico, cuyo forward muere al amanecer, y descompuesto de El Túnel Hay Cadáveres

Un área donde principales fosas?
Un loro donde aristas enjauladas?
Un pabellón de lolas pajareras?
Una pepa, trincada, en el cubismo de superficie frívola...?

Hay Cadáveres

Yo no te lo quería comentar, Fernando, pero esa vez que me mandaste a la oficina, a hacer los trámites, cuando yo curzaba la calle, una viejita se cayó, por una biela, y los carruajes que pasaban, con esos crepés tan anticuados (ya preciso, te dije, de otro pantalón blanco), vos creés que se iban a dedetener, Fernando? Imaginá… Hay Cadáveres

Estamos hartas de esta reiteración, y llenas de esta reiteración estamos. Las damiselas italianas pierden la tapita del Luis XV en La Boca!
Las ''modelos"-del partido polacono encuentran los botones (el escote cerraba por atrás) en La Matanza! Cholas baratas y envidiosas -cuya catinga no compite-en Quilmes! Monas muy guapas en los corsos de Avellaneda! Barracas! Hay Cadáveres

Ay, no le digas nada a doña Marta, ella le cuenta al nieto que es colimba!
Y si se entera Misia Amalia, que tiene un novio federal!
Y la que paya, si callase!
La que bordona, arpona!
Ni a la vitrolera, que es botona!
Ni al lustrabotas, cachafaz!
Ni a la que hace el género "volante"!
NI Hay Cadáveres

Féretros alegóricos!
Sótanos metafóricos!
Pocillos metonímicos!
Ex-plícito !
Hay Cadáveres

Ejercicios Campañas Consorcios Condominios Contractus Hay Cadáveres

Yermos o Luengos Pozzis o Westerleys Rouges o Sombras Tablas o Pliegues Hay Cadáveres

-Todo esto no viene así nomás -Por qué no? -No me digas que los vas a contar -No te parece? -Cuándo te recibiste? -Militaba? -Hay Cadáveres?


Saliste Sola Con el Fresquito de la Noche Cuando te Sorprendieron los Relámpagos No Llevaste un Saquito Y Hay Cadáveres

Se entiende?
Estaba claro?
No era un poco demás para la época?
Las uñas azuladas?
Hay Cadáveres

Yo soy aquél que ayer nomás...
Ella es la que… Veíase el arpa...
En alfombrada sala...
Villegas o Hay Cadáveres

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No hay nadie?, pregunta la mujer del Paraguay.
Respuesta: No hay cadáveres.

Tuesday, June 16, 2009

ENRIQUE SYMNS



Los viajeros sólo desean llegar y partir de los puertos, nunca permanecer. En los puertos, la vida es una aburrida parodia. Hay pianistas, payasos y toda clase de inventos para entretener a los que viajan. Hay amores para acompañar la soledad y juegos dramáticos para perder el tiempo.

Al atardecer de los sueños, el marino siempre se asoma a esa mágica sensación de que la vida empieza al borde del abismo que separa los mundos. El mundo de los muertos que parece vivir y el mundo de los vivos que simulan estar muertos.

La aventura es más allá, en el Mar de Nunca Jamás, donde Alguien nunca se olvida que es Nadie. Al marino no le interesan las noticias que circulan en la Tierra de Siempre. En esa tierra, la realidad son modas que el tesorero acumula en los cofres de la ausencia.

Todos los días nos vemos obligados a escoger entre ser el guerrero-pirata-loco-extraterrestre o ser el lame-mocos que solo quiere casarse-escribir el libro-alquilar el depto-comprar marihuana para llenar de escombros su vacío.

Es más cómodo viajar en sillas de ruedas en la autopista de las emociones controladas. Es más cómodo que andar rengueando por caminos desconocidos. Es mas cómodo internarse en el asilo de las costumbres que seguir recorriendo nuestro miedo a la oscuridad.

Uno de estos días en que el gris de la ausencia alcanza su mayor brillantes, quizá sea bueno asomarse nuevamente a esa peligrosa escollera. Por eso voy a brindar con ustedes, mis amigos, para que esa noche nos encontremos en el espacio imaginario de nuestros sueños.

Brindo por todos aquellos que insisten en desconocer el misterio de la existencia. Por que en el brindis cierren los ojos y que al volver a abrirlos el escenario sea otro y la obra maravillosa.

Brindo por los intrépidos que hoy están tristes, por los vagabundos que se creen perdidos, por los rebeldes que están resignados, por los perseguidos que tímidamente poseen el secreto. Que se cumplan sus peores propósitos. Que gocen el peor momento. Que sigan siendo polizones ocultos entre los pliegues de la pesadilla colectiva. Que nunca los encuentren, que siempre lleguen a tiempo o que no exista el tiempo, para que puedan llegar.

Brindo por mis invisibles amigos, los que saben que no saben, los que deseando vivir, viven simplemente deseando.

Que funden su reino, que encuentren su magia, que hagan la fiesta, que nunca se pierdan.

Y de no ser así, que el mundo se pudra en el infierno que nos sugieren.