Friday, October 30, 2009
RECORDANDO A RAMIRO MUSOTTO
POR DAMIAN LOSADA
(Comparto esta anécdota porque a Ramiro le gustó cuando se la recordé. Me hizo contarla al aire en medio de una nota que le hacía Carlitos Velaustegui en la radio.)
De las tres puertas del frente del Teatro Municipal, estábamos sentados en la que está más al norte, después de las 8 de la noche, los dos solos.
En las Malvinas había guerra, y en las ciudades del sur el oscurecimiento era absoluto. Noche cerradísima, nadie en la calle, inquietud en las casas por las noticias y los rumores. ¿Volaban los ingleses por arriba de casa, en la alta noche?
Estirábamos la tarde como ya lo habíamos hecho, no del todo ajenos al conflicto bélico pero tampoco muy compenetrados, y sabíamos que al volver a casa nos esperaban reproches maternos en vuelo rasante. Ramiro acababa de pedirle fuego a alguien que pasaba, de quien solo vimos la brasa del cigarrillo.
De pronto, retomando un tema recurrente de conversación, dijo: ‘Yo VOY a tocar el berimbau como Naná Vasconcelos. Sé que si me rompo el culo lo puedo hacer.’ No dijo ‘quisiera’ ni ‘me gustaría’, dijo ‘voy’. Lo afirmó.
A ver:
a) aquellos eran tiempos oscuros;
b) los 18 no son para tener las cosas muy claras; y
c) aquella noche en particular no se veía absolutamente nada.
Sin embargo, Ramiro hablaba de su futuro como si lo tuviera de pie delante de él.
La anécdota llega hasta ahí. Es esa determinación tan exagerada y tan impresionante lo que quería recortar.
Ramiro nunca pensó que no podía. Donde otros veíamos un camino repleto de obstáculos, el solo veía el camino. No se acomodaba en el corralito del miedo; esgrimía la libertad de quien simplemente ha tomado una decisión. Allí iba el Tola hacia su objetivo, punta de flecha esa nariz.
Ramiro partió rumbo a Brasil e hizo la carrera que hoy están redescubriendo en tantos medios. Hay que contar que tocó – finalmente- junto a Naná Vasconcelos (hay video en Youtube). Y que cuando se habla de los que revalorizaron y modernizaron el berimbau, después del pernambucano se menciona siempre al bahiense.
A veces me siento en la escalinata del teatro y me da un escalofrío.
DAMIAN LOSADA (Periodista y amigo personal de Ramiro)
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