Tuesday, July 29, 2008

JUAN OCTAVIO PRENZ



Balada de la vaca madrina

Mi padre trabajaba en el frigorifico Armour de Berisso.
Allí, lo dije ya, dejó su juventud y sus huesos.

Nunca hablé de su frustrado crimen.

En las sobremesas nocturnas me contaba de la vaca madrina.
Siempre al frente, oronda y feliz, conducía a las demás a
la muerte.
Una vez que el largo cortejo arribaba al final del brete,la
vaca madrina hacía un giro a la derecha y regresaba.
Sana y salva por otro brete.
Las victimas seccionadas con esmero, terminaban
despues de un largo proceso en forma de salame o
sobre una parrilla o...

¿Has visto alguna vez los ojos de una vaca?,me preguntó
un dia mi padre.
En tantos años de trabajo era imposible no terminar
enamorado de las vacas.

Cuando llegó el momento del sacrificio, mi padre, por
justicia o por piedad (¿quien lo sabe?)pidió ser el
verdugo.
Y le dieron la cuchilla de mejor acero.

Cuenta que le miró los ojos y que nunca supo si le
hubiera dado o no la cuchillada definitiva, porque así
como así, la vaca madrina bajó los parpados y

se derrumbó para siempre a sus pies.


VIGILIA

Es fácil con el largo vino perder la cabeza y la memoria,
recuperar con el largo vino la cabeza y la memoria
inexistentes.
Es fácil la ausencia, el arrebato, el olvido.

Y qué no decir de los cuerpos que inventa el vino o la
oscuridad, Naturalmente, menos cuerpo y menos
invento que la piel que te espera.

Hay que hacer el amor con los ojos bien abiertos.


(Cuaderno de Bitágora)

Quiero explicarte el mundo para calmar tus lágrimas.

En alguna hora del día tu vuelas y el ave se arrastra
y como peces nadan los hombres.

En otra hora tú nadas como un pezmientras las aves
caminan y los hombres vuelan.

En otra hora del dá los hombres se arrastran, revolotean
los peces y tú caminas.

¿Te lo repito?

1 comment:

Marcelo said...

Maravilloso!